domingo, 30 de diciembre de 2012

El lujo también triunfa en Bolsa


El lujo también triunfa en Bolsa

Un tema que me interesa bastante es la resistencia de aquellas empresas que venden productos de lujo a las dificultades de esta época de crisis. No sólo sobreviven a este temporal si no que además  la mayoría de éstas se caracterizan por un aumento de los beneficios con respecto a otros años.




Hablamos de empresas de joyería, moda, perfumería...como son LVMH(Möet & Chandon, Louis Vuitton, Dior, Kenzo, Givenchy, Loewe, Donna Karan...).Sus ingresos, de 17.193 millones de euros en 2008 crecieron hasta los 23.659 millones en 2011, un 38% más. Y sus beneficios, como comentaba antes, no han ido a la zaga; se han disparado desde los 2.318 hasta los 3.065 millones en este mismo periodo y en plena crisis, me parece asombroso.

LVMH no está sola, Richmont, lider mundial en joyería y relojes de lujo, elevó sus ventas un 29% en 2012, desde 6.892 hasta 8.867 millones de euros.No es de extrañar que los valores de estas compañías en Bolsa hayan superado cualquier previsión  LVMH valía 41 euros en 2008 y ahora 139;Bvlgari ha pasado de 4,6 a 12; y BMW de 20 a 73 euros.

El sector suma en estos momentos 200.000 millones de dólares en capitalización  Y la pasión por estos valores no se explica solo por sus ventas. Estas empresas también han reducido costes y controlado inventarios, ahora han vuelto a márgenes operativos récord, tienen abundante flujo de caja, balances saneados y ninguna necesidad de crédito para financiar su crecimiento

Se prevé que esta carrera no tiene los días contados,la multiplicación de la riqueza de los particulares, traducida en las nuevas clases medias y acomodadas de los países emergentes, solo está en su fase inicial. “En un país como China, con crecimientos del 9% y 1.300 millones de personas, las posibilidades son inmensas”, afirma García-Purriños. Según un estudio de Julius Baer, los consumidores de lujo se doblarán de aquí a 2020. Las familias que eleven su estatus crecerán un 503% en Rusia, un 262% en China y un 181% en India.
Luego están los viajes. Más de la mitad de estos productos los compran los viajeros. “En Barcelona, el 75% de esas compras las hacen los turistas”, dice Ferraro. Los chinos, compradores compulsivos, son los primeros. “El gasto de los turistas chinos en el exterior se ha cuadruplicado desde 2000. En 2011 viajaron al extranjero más de 70 millones de chinos, un 20% más que en 2010”, informa Bellini. “Compran fuera porque les sale más barato debido a los fuertes aranceles a la importación en China, con lo que ahorran más de un 40%”.


La entrada de más firmas de lujo en Bolsa y el crecimiento de los conglomerados de marcas como LVMH y Richmont, así como una nueva ola de fusiones y adquisiciones, darán aún más lustre al sector. “Ya hay bastantes empresas de lujo en Bolsa, pero quedan muchas fuera”, señala Ferraro, seguro de que “habrá muchas OPV en los próximos años”. Las operaciones corporativas para ampliar el portafolio de marcas, que empezaron a coger fuerza en 2010 y 2011, con operaciones como la compra de Hermès por LVMH o de Valentino por la familia real de Catar, irán a más.
Las enormes inversiones en marketing y tiendas exigen músculo financiero y, además, los pequeños, con una sola marca, lo tienen difícil para triunfar en los mercados bursátiles a causa de la volatilidad del negocio. “Bernard Arnault, de LVMH, supo ver que, para eliminar riesgos y hacer el sector atractivo a los inversores, debía tener una gran cartera de marcas”, dice Ferraro. La estrategia sería seguida por la francesa PPR, con Gucci, Bottega Veneta, Yves Saint Laurent y Stella McCartney, y por Richmont, con enseñas como Montblanc, Piaget y Cartier.
Como conclusión y con los datos aportados, no se cree que este sector del lujo vaya a tener el final del túnel a la vuelta de la esquina si no que va a seguir creciendo y creciendo, aquí el precio no importa. Los productos lujosos responden a instintos básicos, según un estudio de Julius Baer,como“la demostración de estatus, la autoestima, la pasión y la necesidad de mostrar cariño y respeto”.

domingo, 2 de diciembre de 2012

Globalización, Desigualdad y Riqueza



Globalización, Desigualdad y Riqueza


Estos tres términos muy relacionados entre sí son importantes para explicar la situación que existe en la actualidad.

Vivimos en un mundo globalizado en el cual son pocas las restricciones que existen de intercambio de bienes y servicios entre dos países lo cual hace que un país sea competitivo. Sin embargo, los primeros países que nos vienen a la cabeza al hablar de globalización, intercambio de bienes, comercio internacional son las grandes potencias económicas como EEUU, China, Japón… pero ¿qué es de aquellos países en vías de desarrollo? Todos los países mencionados son competitivos en el mercado mundial ya sea en costes o en diferenciación, por poner un ejemplo, la mano de obra en china es mucho más barata que en otros países y por tanto el precio de los productos son mucho más bajos siendo un gran exportador(es líder en costes). Al hilo de esto, la globalización es un fenómeno que ha hecho más ricos a los países desarrollados haciendo que crezcan y crezcan pero además ha provocado que haya una mayor desigualdad entre países ya que los países en vías de desarrollo se quedan al margen en el comercio internacional, a no ser que adquieran alguna ventaja competitiva.

Es necesaria una solución que reduzca esta desigualdad y un primer paso para conseguir esto es el capital humano. Empecemos por ahí. En la situación en la que nos encontramos de crisis la poca liquidez que hay es necesario invertirla en proyectos e ideas que generen beneficios a largo plazo y así poco a poco. Estas ideas deben ser desarrolladas por las nuevas generaciones que están a punto de entrar al mercado laboral, para ello es conveniente que la educación en las universidades sea de calidad que formen personas con conocimiento y capacidad que logren crear empresas privadas que sean los motores de la economía. Estas empresas deben realizar productos y servicios innovadores que creen ventajas competitivas con respecto a los demás países haciendo uso de las nuevas tecnologías. Pero para que esto sea posible es necesario que los gobiernos fomenten la I+D y apoyen las inversiones en tecnología y apostando por sectores del futuro y no del pasado que sean más competitivos.

Dejemos de echarnos las manos a la cabeza y promovamos un desarrollo sostenible, que los estudiantes formados vean oportunidades de negocio y no salgan del país a buscar estas oportunidades, si no que sea el propio el que se las dé.